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lunes, 14 de diciembre de 2009

CAMBIOS EN LA ECONOMIA FEUDAL



En el tercer periodo de la edad media (baja edad media ss. XIII – XVI d.n.e. e, inicio de la expansión del capitalismo mercantil), las fuerzas productivas se desarrollaron tanto que dieron lugar al nacimiento de las relaciones capitalistas en las propias entrañas de la economía feudal.

Estuvo ligado a la formación incipiente de la burguesía con clase poseedora de los medios de producción.

Este, propietario de los medios e instrumento de producción, hizo trabajar más de lo que era necesario al obrero, para mantener a su familia. Como resultado se creó la plusvalía, de la que se apropiaba el capitalista.

El desarrollo de las fuerzas productivas (objetos de trabajo, medios de trabajo, el hombre) proporcionó las bases necesarias para el nacimiento del tipo de economía capitalista.

El hombre empleó la rueda hidráulica en calidad de motor desde la época de la esclavitud, instalándola directamente en la corriente de agua. A partir del siglo XIV empezó a usarse la rueda movida por la fuerza del agua al caer de lo alto, por gravedad, constituyendo un factor de rendimiento más elevado que la anterior.

El desarrollo de las fuerzas productivas, debido al perfeccionamiento de los instrumentos de trabajo, se operó también en la agricultura.

Con el crecimiento de la población urbana aumentaba la demanda de comestibles. La industria en desarrollo exigía cada vez mas lana, lino, cáñamo y otras plantas industriales.

Aumentó la especialización de distintas zonas en la producción de artículos agropecuarios de tipo determinado.

El desarrollo múltiple de la industria y el avance de la agricultura profundizaron más aun la separación entre ellas y dieron lugar al nacimiento de nuevas ramas industriales. Prosiguió el aumento de la división social del trabajo.

El progreso del comercio, en las condiciones nuevas contribuyó a la decadencia de la pequeña producción y a que surgieran elementos de las relaciones capitalistas.

El nivel relativamente alto de la producción mercantil hacía que unas cuantas personas (mercaderes, usureros, etc.) acumularan grandes sumas de dinero. Esta fue una de las premisas históricas del nacimiento del capital.

La otra se manifestó en la existencia de seres personalmente libres, desprovistos de medios de producción y, por consiguiente, de medios de subsistencia como resultado de la expropiación violenta por parte de la clase feudal y de la burguesía naciente.

Su historia concreta la podemos ver, con la mayor claridad, en el ejemplo de Inglaterra de los siglos XVI y XVII, donde el desarrollo del capitalismo alcanzo grandes proporciones antes que en otros países.

Los talleres de artesanos ya no trabajaban para sí mismo, sino para un comerciante, acaparador, usurero o maestro artesano enriquecido. En el taller capitalista no se practicó la división del trabajo, cumpliendo todos los obreros operaciones análogas.

1 ) Al principio, los mercaderes, usureros o pequeños empresarios acaparaban los artículos producidos por dichos artesanos, aprovechando las dificultades materiales de éstos y su alejamiento de los mercados de venta.

El acaparador establecía los precios de los artículos y suministraba a crédito materias primas e instrumentos al productor. Por fin este acaparador terminó convirtiéndose en distribuidor, en empresario capitalista que pagaba un pequeño salario a los artesanos, antes independientes.

A esto se le llamaba manufactura dispersa, puesto que los productores no trabajaban todavía en un local común, sino a domicilio.

2) otro tipo de formación de manufactura consistía en que el propio empresario compraba todas las instalaciones y materias primas necesarias y abría un gran taller en el que trabajaban obreros asalariados. En este caso se trataba de la manufactura centralizada. De este modo se creaban nuevas fábricas.


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