LA EXPANSION EUROPEA, LA SANTA INQUISICION Y CRISTOBAL COLON

LA EXPANSION EUROPEA, LA SANTA INQUISICION Y CRISTOBAL COLON

La invención de la brújula y el astrolabio, el perfeccionamiento de las embarcaciones y la cartografía y sobre todo la necesidad de ampliar el comercio y reforzar la hegemonía política, impulsaron a España a protagonizar un hecho que cambiaria el curso de la historia.
La caída de Constantinopla en poder de los turcos en 1453 como la causa inmediata del descubrimiento de América.
Constantinopla (actual Turquía Estambul) regulaba el comercio entre oriente y occidente. pero cuando a fines de la edad media declina su importancia política, serán Génova y Venecia, y otras ciudades italianas, las que asumirán la preponderancia economía, acudiendo a Constantinopla en demanda de oro, seda, marfil, piedras preciosas y especias, a la vez que ofertaban bienes manufacturados que oriente no producía.
Apremiante necesidad de encontrar un camino que permitiera la reanudación del comercio con el lejano oriente (después de la caída de Constantinopla, los comerciantes venecianos y genoveses continuaron comprando en Alejandría y Beirut, los productos que tras largos y penosos viajes traían los comerciantes árabes desde el lejano oriente. A precio alzado por la prohibición impuesta por los turcos.

El proyecto portugués
El príncipe enrique el navegante concibió el proyecto de alcanzar las indias navegando a los largo de las cosas occidentales de África, y así poder formar un imperio portugués que garantizaba su independencia económica y política frente a la poderosa castilla.
Por eso que en 1415, enrique funda, la escuela naval de Sagres, la cual permite fomentar el estudio de la cartografía. Todo ello permite los primeros viajes a la costa de África noroccidental en 1431 que paralelamente inaugura una ruta para el comercio de esclavos y marfil. Pero había obstáculos mas al sur de África por el rey Juan II había rebautizado con el nombre de cabo de buena esperanza.
Recién, en 1487, Bartolomé Díaz logro bordearlo y llegar al océano indico, pero un motín a bordo lo obligo a retornar a Lisboa, posteriormente vasco da gama llego a la india y fundo la ciudad calicut en 1498.
Portugal debió sentir un duro golpe en su proyecto de expansión a la india, cuando en 1492, España anuncio la llegada de su almirante Cristóbal Colón a la india, viajando por occidente.
En 1498, el rey Manuel I envío al navegante vasco da gama a retornar la ruta de Bartolomé Díaz quien logro alcanzar la costa de la india y establecer el virreinato de Goa.
Poo después, en 1499, pedro Álvarez Cabral arribó a las costas de Brasil, y lo incorporo a Portugal.

El proyecto español
Después de la reconquista del territorio español del poder árabe, y luego de los éxitos en la centralización política y religiosa, los reyes católicos animados por elementos eclesiásticos y la burguesía catalana, decidieron respaldar el proyecto presentado por el navegante Cristóbal Colón.
Para España no existía otra posibilidad, pues los venecianos monopolizaban la ruta del mar mediterráneo; la hansa (la liga o conjunto de ciudades alemanas) controlaba la ruta del mar báltico; los portugueses la ruta africana, entonces autorizaron a Cristóbal Colón el viaje a las indias, con la capitulación de santa fe, del 17 de de abril de 1942
El financiamiento lo hizo la burguesía catalana, representada por un funcionario de la corte allegado al tesoro real, llamado Luis de Santanguel (judío burgués)
La mayor parte de los historiadores coinciden en la sospecha de que el enigma que rodeaba la vida de Cristóbal Colón se debe a un empeño del almirante y de sus descendientes en ocultar su origen judío en que la reconquista española había impuesto el sistema inquisitorial y de horribles consecuencias. (criptojudio)

Origen de la inquisición
Hemos contemplado cuál ha sido la historia de un largo proceso de enfrentamiento religioso, e incluso en algunos momentos racistas, entre judíos y cristianos. Esta agria polémica, cruel e intransigente, terminará abocando a la aparición del Santo Oficio de la Inquisición, tribunal eclesiástico encargado de perseguir y condenar la herejía desde el siglo XIII1. Cuando mediaba el siglo XV existían diversas corrientes de opinión sobre el fenómeno judío. Un amplio sector social mantenía una postura muy radicalizada en contra de los judíos, su ideología aparece perfectamente plasmada en la obra del franciscano Alonso de Espina, Fortalitium Fidei [cat. 228], todo un alegato antisemita, que apreciamos claramente en expresiones como ésta: «Entraron, ¡oh Señor!, en tu rebaño los lobos rapaces. Nadie piensa en los pérfidos judíos, que blasfeman de tu nombre». Frente a esta actitud se manifestaban los defensores de los conversos, personajes notables, algunos de ellos también conversos, como el relator Díaz de Toledo, Alonso de Cartagena, Lope Barrientos y Juan de Torquemada2.
Las siguientes palabras de Espina, «si se hiciera en este nuestro tiempo una verdadera inquisición, serían innumerables los entregados al fuego, de cuantos realmente se hallaran que judaízan», hablan por sí solas del deseo de que se constituyera la Inquisición. Pero esto no es lo grave, pues, como vamos a ver, la Inquisición va a ser solicitada también por los proconversos, lo terrible es que Espina confunde judío con converso y termina manifestándose como un auténtico racista.

El otro bando, el de los defensores de los conversos, tenía que admitir que aquellos que judaizaban debían ser castigados. Por esta razón, Díaz de Toledo, refiriéndose a los nuevos cristianos, no duda en decir que si hacen algún mal «yo seré el primero que traeré la leña en la que le quemen y daré el fuego». El mismo Alonso de Cartagena, en su Defensorium unitatis Christianae, señala la necesidad de castigar a los judaizantes: «Hay que purificar y arrojar muy lejos toda suciedad e inmundicia de los que vuelven a caer en la ceguera del judaísmo».
Así pues, unos y otros, clamaban por la necesidad de instituir la Inquisición. Unos porque veían en ella el instrumento para exterminar un pueblo. Otros porque, dada la radicalidad de la confrontación, era la única solución de salvar la verdadera conversión de los nuevos cristianos. Es este contexto el que ha llevado a T. de Azcona a afirmar con toda rotundidad, que los reyes no hicieron otra cosa que cumplir con los deseos de los súbditos:
No fueron los Reyes Católicos, fue la sociedad castellana con antelación de algunos decenios la que pensó en esa medida excepcional de sanidad religiosa, a fin de mantener la unidad católica, considerada entonces como elemento primordial de la unidad política3. 1 La propagación de las herejías albigenses a fines del siglo XII hizo que los pontífices romanos se preocupasen de crear un instrumento coercitivo que preservase la integridad de la fe católica. El Concilio de Toulouse de 1229 creó una «inquisición» eclesiástica encargada de investigar y proponer su ajusticiamiento a los no arrepentidos a la justicia civil. Desde 1233, por disposición del papa Gregorio IX, serán los dominicos los encargados de inquirir (inquisitio) los casos de herejías en cada diócesis.
Es así como surgió la inquisición diocesana o eclesiástica que, como veremos más adelante, algunos llaman de los inquisidores.
2 Este tema ha sido analizado por Valdeón Baruque 1994, pp. 35-45.
3 Azcona 1964, p. 367.

Cristóbal Colón

Nació en Génova entre los años 1450 – 1451 y fue hijo de un modesto vendedor de lana llamado domingo colon y de Susana fontanarrosa.
Trabajo desde niño en el taller familiar o como aprendiz de navegación.
No olvidemos que Génova era una gran potencia europea.
En 1474 radico en Lisboa, centro de los descubrimientos que se efectuaban en África y cuyo ambiente aventurero y soñador fue determinante en su formación.
En 1481 integro una flota portuguesa que viajó a guinea (África) en busca de oro, marfil y especias que tal alto precio alcanzaban en el viejo mundo. Y de regreso a Lisboa, tras paciente y meditados esfuerzos, presentó su proyecto a Juan II, rey de Portugal (apodado el Príncipe perfecto, (Lisboa, 3 de marzo de 1455 - Alvor, 25 de octubre de 1495 Juan II de Portugal fue apodado “El perfecto” porque se cree que buscaba seguir el modelo de príncipe perfecto propuesto por Nicolás Maquiavelo en su obra El Príncipe.), quien después de someterlo a la consideración de una junta de cosmógrafos, lo rechazó. La muerte de su esposa y la negativa del rey lo obligaron a tomar el camino de España a donde llegó en 1485, acompañado de su hijo diego.

A fines de de 1488, regresó a Portugal en busca de su hermano menor Bartolomé Colón, cartógrafo y navegante ilustre. Contando con su lealtad y ayuda, intentó nuevamente convencer al rey de Portugal de la factibilidad de su idea. Y mientras él insistía ante Juan II, su hermano trataba de obtener el apoyo financiero de Enrique VII de Inglaterra (28 de enero de 1457 - 21 de abril de 1509). Ambas gestiones terminaron en rotundos fracasos.
Abrumado por su destino que parecía oponerse a sus ideales, Colón se detuvo a descansar en el convento de la Rábida de paso a Francia. Pero el prior del convento Juan Pérez lo obligó a desistir de ese empeño y a entrar en contacto con el acaudalado navegante Martín Alonso Pinzón, quien, estando en Roma, había conocido cartas geográficas que corroboraban el proyecto colombino. Ganado por la firme convicción con que ambos marinos defendían el proyecto, Juan Pérez, que había sido confesor de la reina, se dirigió en su búsqueda y la convenció de la necesidad de apoyar económicamente una expedición que tratara de llegar a las indias por la ruta de los mares occidentales.

Capitulación de santa fe

en el pequeño pueblo de Santa Fe, se firmo el 17 de abril de 1492 lo que la historia ha dado en llamar la capitulación de Sante Fe.
Esta capitulación fue un contrato firmado entre Isabel 1° de castilla y Fernando II de Aragón, los reyes católicos, por una parte, y Cristóbal Colón por la otra, por el que la corona española se comprometía a financiar el costo de una expedición que tuviera por objeto llegar a las indias. A cambio de ello, Cristóbal Colón se comprometió a poner las islas y tierras que descubriese bajo la soberanía de España.
La corona asumía, así mismo, la obligación de reconocerle a él y sus descendientes:
titulo de almirantes.
Titulo de virrey de las islas y tierras descubriese.
Derecho de percibir el diez por ciento de los beneficios que produjera el descubrimiento.
Después de largos años de hazañas extraordinarias, Colón fue olvidado, y extenuado por las enfermedades, las privaciones y el desengaño, murió el 20 de mayo de 1506 en una pequeña casa de un barrio pobre de Valladolid.
De las riquezas que aportarían aquellas tierras descubiertas por el gran almirante, disfrutarían otros que ahora se lanzaban a la invasión del Nuevo Mundo, y sólo muchos años después de su muerte se le reconocía su hazaña inolvidable.